* Para no perderos ninguna entrada nueva, la nueva dirección del blog es Ni Blanco Ni en Botella

lunes, 30 de septiembre de 2013

Muffins veganos de plátano y chocolate (sin lácteos ni huevos)

Una receta ideal para aquellos a los que la combinación plátano-chocolate les encanta. Y además apta para todos los públicos, pues no lleva ni huevos, ni lácteos ni ningún producto de origen animal.
A mí me van a venir genial para coger fuerzas, porque esta semana que empieza va a ser de auténtica locura para mí. Voy a necesitar creo que toda la bandeja!!
Y es que empieza ya el curso de actividades. Ya sabéis que soy monitora deportiva y esta semana retomamos la actividad normal. Además este año con más horas que el anterior, lo cual para mí es genial, porque a más trabajo, más dinero. Pero también más desgaste...

jueves, 26 de septiembre de 2013

Tarta de limoncello y frutas del bosque

La cumple-tarta de mi madre y, según sus palabras, la más buena de las que he hecho hasta la fecha. ¿Amor de madre?

No sé si será por el amor de madre o qué, pero según ella es la mejor tarta que he hecho hasta la fecha. Mi catador oficial no lo tiene tan claro...no parece ser que el limoncello le guste demasiado. Lo que sí que es esta tarta es "fresquita". A pesar de no ser una tarta helada ni de tomarla fría, el sabor que tiene es muy refrescante. Entre la crema de mascarpone, que es muy suave y nada empalagosa ni dulce, y el toque de limón, hacen que resulte una tarta muy ligera (a pesar de la enorme cantidad de calorías que tiene, como todas las tartas).

lunes, 23 de septiembre de 2013

Galletas estrellas de chocolate

*NOTA: esta es mi entrada 150!!!!! o_0 Quién me lo iba a decir al empezar...

Harán las delicias de los más peques de la casa. Bueno, y de los no tan peques también ^_^


La idea de estas galletas es derivada de las que os puse el otro día. En cuanto vi aquellas, enseguida se me ocurrió que el hueco lo podía rellenar de chocolate. Y automáticamente me vinieron a la cabeza las galletas que os pongo abajo. Salvando, y mucho, las distancias, estas galletas son mi versión de las estrellas que una conocida marca comercializa:


Simplemente, en lugar de rellenar el agujero con mermelada, se rellena de chocolate. Y para que se den un aire a las de Príncipe, pues intentamos hacer el agujero con forma de estrella. Ese es todo el misterio que tiene preparar estas galletas. No os van a quedar ni tan perfectas ni tan bonitas como las de LU, pero os aseguro que en cuanto a sabor les ganan de calle y que no vais a poder parar de hacerlas.

Y no os preocupéis, que a vosotros las estrellas os van a salir mejor. Que me hayan salido unas estrellas rechonchas, casi sin puntas no es culpa de la receta ni del cortador que usé para marcarlas. Simplemente se debe a mi falta de habilidad para estas cosas (o a mis manazas, vamos).


Porque aunque no os lo creáis (¿y por qué no os lo ibais a creer?) aquí la escribe siempre ha sido bastante poco habilidosa en el tema de las manualidades. Vamos, que en el cole aprobaba plástica a duras penas.
Es más, yo era de esas niñas que si tenían que hacer una casa con palitos de helado o de los del médico, la construía en estilo "daliniano" y surrealista. O sea, un zurruño en toda regla. Y del tema de pintar y dibujar perspectivas...mejor ni hablamos! Creo que era una incomprendida, hacía arte demasiado moderno para el nivel que nos pedían ;p
En fin, que imagino que no os habéis pasado por aquí a leer sobre mis traumas artísticos sino para ver la receta de las galletas... La receta y la elaboración es la misma que la de las últimas galletas que os puse. Pero si sois unos vaguetes (de vagos, no de las baguettes de pan) y no os apetece andar yendo a buscar la otra receta, os la vuelvo a poner.



GALLETAS ESTRELLAS DE CHOCOLATE

Inspiración: esta receta de galletas "huella de pulgar"
Dificultad: hacer el hueco con forma de estrella y que, en efecto, lo parezca.
Tiempo de preparación: 25 minutos
Cocción: 15 minutos a 180ºC
Cantidad: 15 más o menos (depende del tamaño que les deis).

Ingredientes

  • 100 g. de mantequilla fría + 1 cucharadita (para rebajar el chocolate)
  • 100 g. de azúcar
  • 200 g. de harina
  • 1 cucharadita de levadura
  • una pizca de sal
  • 1 huevo
  • 50 g. chocolate para fundir

Preparación

Precalentamos el horno a 180ºC.
Tamizamos la harina junto con la levadura.
En un bol colocamos la mantequilla cortada en cubos, el azúcar, la levadura, la harina y la sal. Estrujamos bien todos los ingredientes con los dedos hasta conseguir una apariencia similar a migas de pan (se puede hacer con una picadora).
Añadimos el huevo y mezclamos bien todo. Tenemos que obtener una masa homogénea que pueda amasarse bien con las manos, si es demasiado pegajosa añadimos un poquito más de harina.
Vamos tomando porciones del tamaño de una nuez grande (nunca he sabido acertar el tamaño al que se refieren...) y hacemos bolitas. Las colocamos sobre una bandeja de horno preparada con papel vegetal.
Para darle la forma, aplastamos un poquito la bola con la mano y con ayuda de un cortador con forma de estrella (o de la que queráis darle) marcamos un poco. No se trata de "cortar" la galleta, sino de presionar un poco para que se marque la forma de la estrella. Ahora, siguiendo esa forma, con el dedo y la ayuda del mango de una cucharilla (o el utensilio que se os ocurra) vamos hundiendo el hueco. Lo más complicado son las esquinas...


Así era la estrella...
A pesar de la pésima calidad de la foto (era de noche y tal...) se ve más o menos cómo hay que hacer el hueco, ¿no?
Horneamos durante unos 15 minutos. Las sacamos y las dejamos enfriar un poco en la bandeja y después las pasamos a una rejilla para que terminen de enfriarse.
Una vez frías, es cuando las podemos rellenar con el chocolate. Para ello, derretimos el chocolate con un poquito de mantequilla en el microondas. Lo ponemos 30 segundos y removemos bien para que termine de fundirse. Si le falta, le damos golpes de 10 segundos. C
Con una cucharilla vamos vertiendo el chocolate en el hueco de estrella, sin pasarnos de cantidad para que no desborde. Movemos bien la galleta para que se reparta el chocolate de forma uniforme y quede liso y dejamos secar.
Trucos / Consejos / Variaciones
  • podéis darle al hueco la forma que más os guste. O hacer simplemente el agujero con el pulgar.
  • las podéis rellenar como las que venden, que llevan el chocolate y una capa de chocolate blanco debajo. O todo con chocolate blanco.
  • también podéis darles la forma y rellenarlas con mermelada antes de meterlas al horno, como las que os enseñé el otro día.


Ya veis que una sola receta, que además es súper sencilla, da mucho juego. Sólo hay que echarle un poco de imaginación y atreverse a experimentar un poco. Si las de mermelada del otro día eran las mejores galletas hasta la fecha, la versión chocolateada es ya el no va más! Aunque hay división de opiniones, para mi madre son mejores con mermelada, para Iñaki son mejores con chocolate. Y yo la verdad que  me encuentro ante un dilema y no sé por qué decantarme. Tendré que probar a hacerlas de chocolate blanco que seguro que así se me despejan todas las dudas...
¿Os animáis a probarlas?
Muás
Image and video hosting by TinyPic

viernes, 20 de septiembre de 2013

Galletas "huella de pulgar"

O también las podríamos llamar volcanes...o como las ha denominado mi catador oficial: las mejores galletas hasta la fecha!


Aunque no sé si eso es muy fiable, ya que también denominó así a las cookies de chocolate blanco, a las galletas de zanahoria, a las spèculoos (Lotus), a las palmeritas de queso (ay qué buenas madre!) y a las oreo cheese cake cookies. Con lo cual no me queda muy claro el ranking cuál es. Pero sin duda, para mí, están en el "top 3" de galletas y van a tener el honor de que las vuelva a hacer.


No sé muy bien por qué me dio por hacer estas galletas. Siempre me pasa lo mismo, cuando me propongo reducir mi cada vez más peligrosamente larga lista de "pendientes", aparece una receta de la nada, que no había visto en mi vida, y como por arte de magia me encuentro que ya la tengo en el horno. Misterios de la vida reposteril.

Puede que influyera el hecho de que llevan mermelada. Que así comentado sin más parece una tontería de razón. Pero no.


La culpa de esto, una vez más, es de mi señora madre. (No debería decir estas cosas, porque ahora está de baja porque se ha roto un pie y tiene tiempo de leerse el blog de arriba abajo!). Ya os conté que mi adicción a las gominolas es culpa de sus antojos en el embarazo. En este caso no se debe a un antojo, sino a una afición que tiene.

Cada vez que va a un mercado-feria-tienda rara y ve que venden mermeladas artesanales o diferentes, pues me compra un bote. "Esto para Iratxe, que le gustan mucho y para sus postres". Y yo se lo agradezco (desde aquí te lo agradezco ama), pero es que ya no doy abasto!!!! Tengo una balda de la cocina llena de mermeladas, algunas con una pinta buenísima que me muero de ganas de probar. Pero no me da tiempo de ir gastándolas todas!


Además que tengo la "manía" de no empezar un bote de mermelada hasta que no acabe el que está abierto (que  mira que son grandes y dan de sí los jodíos!!!!).  Así que durante una racha toca todo postres con  mermelada de frutas del bosque. Hasta que se acabe. Luego serán todos con mermelada de kiwi. O de manzana con sidra. O de ciruela. O de.....

Pues eso. Que estas galletas  me venían muy bien para bajar un poco el nivel del bote que está en la nevera. ^_^
 
 
 Pero me alegro muuuuuuuuuuucho de haberlas hecho, porque ¡¡están buenísimas!! Se quedan crujientes por fuera pero más blanditas por dentro. Tienen un sabor súper suave que contrasta con el toque de la mermelada cuando te la encuentras (sea del sabor que sea).
 
Reciben el nombre de "huella de pulgar" o "huella" a secas porque el método para hacerles el agujero del centro es presionando con el pulgar, dejando un hueco en el que luego irá la mermelada.
 
 

GALLETAS "HUELLA DE PULGAR"

Inspiración: esta receta de Directo al Paladar
Dificultad: resistirse a comerse todas de un bocado ;)
Tiempo de preparación: 20 minutos
Cocción: 15 minutos a 180ºC
Cantidad: 15 más o menos (depende del tamaño que les deis).
 
 

Ingredientes

  • 100 g. de mantequilla fría
  • 100 g. de azúcar
  • 200 g. de harina
  • 1 cucharadita de levadura
  • una pizca de sal
  • 1 huevo
  • mermelada
 

Preparación

 
Precalentamos el horno a 180ºC.
Tamizamos la harina junto con la levadura.
 
En un bol colocamos la mantequilla cortada en cubos, el azúcar, la levadura, la harina y la sal. Estrujamos bien todos los ingredientes con los dedos hasta conseguir una apariencia similar a migas de pan (se puede hacer con una picadora).
Añadimos el huevo y mezclamos bien todo. Tenemos que obtener una masa homogénea que pueda amasarse bien con las manos, si es demasiado pegajosa añadimos un poquito más de harina.
Vamos tomando porciones del tamaño de una nuez grande (nunca he sabido acertar el tamaño al que se refieren...) y hacemos bolitas. Las colocamos sobre una bandeja de horno preparada con papel vegetal.
Con el pulgar un poco humedecido (para que no se nos pegue) formamos un hueco en el centro de la bola.
 

¿Será ese el tamaño de una nuez?

Rellenamos el hueco con un poquito de mermelada, sin pasarse porque en el horno burbujea y sino se desborda (doy fe!!).
Horneamos durante unos 15 minutos.
Dejamos enfriar primero en la bandeja y después las pasamos a una rejilla para que terminen de enfriarse. Podéis espolvorearlas con un poco de azúcar glacè en el momento de servir.
 

Trucos / Consejos / Variaciones
  • podéis hornear las galletas con el agujero sin rellenar y rellenarlas una vez frías.
  • el hueco hay que rellenarlo con muy poquita mermelada, sin llegar al borde, porque sino os encontraréis al sacarlas que ha habido una erupción volcánica y tendréis ríos de lava por los bordes de vuestras galletas y por la bandeja. Que a mí no me ha pasado, que me lo ha contado una amiga... ;)
  • viendo cómo se hacen, enseguida se me ocurrió una variación (otra de las razonas para hacerlas), parecida a unas galletas para niños que venden, que os la enseño el próximo día. ¿Se os ocurre cuál puede ser? ;) 
 
Ya veis que para hacerlas no necesitáis absolutamente nada, salvo las ganas. Ni cortadores de galleta, ni herramientas ni ná! Y os van a encantar, de verdad. Igual no son las mejores galletas que has hecho nunca, pero os aseguro que llegarán a vuestro top 5, o incluso top 3 me atrevería a decir ;)
 
Muás
Image and video hosting by TinyPic

martes, 17 de septiembre de 2013

Gominolas para adultos: de mojito y de patxarán

Porque no sólo las gominolas van a ser para los niños, que los adultos nos merecemos nuestros propios sabores ;P

 
No sé si alguna vez os he contado que yo tengo un problema grave de adicción a las gominolas. Puedo comer cantidades industriales de estas chuches sin despeinarme siquiera, hasta el punto de llegar al empacho y al dolor de tripa. De hecho hasta tuve una época en la que las compraba al por mayor en bolsas de 1kg.
 
1kg. de gominolas, sí. Y ni una semana duraban. Obviamente he optado por dejar de comparlas. Más que por mi salud, por la de mi bolsillo >_<

 
La culpa de este "problema" es claramente de mi señora madre. Cuando estaba embarazada sólo tuvo un antojo: gominolas de ositos.
 
Así que ¿qué salió de ahí? Pues el monstruo de las gominolas, o sea, yo.
 
También tengo este tipo de problema con los morenitos, pero eso ya si eso os lo cuento otro día... ;P Cuando aprenda hacerlos, que será el día de mi perdición definitiva.
 
 
En fin, que hace ya un tiempo me propuse que tenía que probar a hacer las gominolas caseras. Porque las que se compran casi que mejor no mirar los ingredientes si no queremos que nos dé un parrús. Además las podemos hacer de los sabores que queramos y sabemos lo que nos metemos en el cuerpo.
 
Empecé a buscar cómo se hacían y todas las recetas usaban zumo o puré de fruta (lo cual está muy bien, que es muy sano), pero me apetecía darles un toque diferente. No ser tan típica. Por aquello de que me gusta llevar la contraria y tal.
 
 
Desde que hice estos cupcakes de mojito tengo por casa una botella de mojito preparado dando vueltas esperando a que me la beba. Y oye, que a mí el mojito me encanta, pero no me da ningún día por ponerme a beber mojito en casa. Lo bueno es que te lo preparen en condiciones.  Así que vi la botella y dije: "gominolas de mojito!!"

Y ya que estaba en el plan de hacer gominolas alcoholizadas, ¿por qué no probar con otra bebida? el Baileys me parecía que iba a ser demasiado poco apetecible. Y entonces, rebuscando por todos los armarios de la casa, la vi. Una botella de patxarán casero que hicimos el año pasado. ¡¡Bingo!!

El patxarán, por si alguien no sabe, es una bebida que se hace a base de macerar en anís los frutos del endrino o aranes. Se suelen recoger en estas fechas y se meten en una botella con anís (venden uno especial para hacer patxarán) y una ramita de canela o algunos granos de café. Se dejan macerar unos 6 meses, moviendo la botella de vez en cuando, y luego ya se quitan. Aquí y en Navarra es súper típico tomarse una copita o un chupito después de comer con el café. A mí no me hace mucha gracia porque es muy fuerte, pero tiene su público, jejeje.


Bueno, como veis, de las gominolas de mojito no hay apenas fotos... es que quedan transparentes y con mi poca habilidad sacando fotos era incapaz de sacarlas bien!! Las pusiera donde las pusiera se me camuflaban con el fondo >_<


GOMINOLAS DE PATXARÁN Y DE MOJITO

Inspiración: la base de la receta la saqué de aquí.
Dificultad: desmoldarlas sin hacer mucho estropicio.
Tiempo de preparación: 10 minutos.
Reposo: mínimo 3 horas.
Cantidad: depende del tamaño del molde.


Ingredientes

  • 2 sobres de gelatina neutra (o 12 láminas de gelatina)
  • 250 ml. de patxarán
  • 250 ml. de mojito (preparado o casero)
  • 200 g. de azúcar (podéis usar incluso el doble) + un poco más para rebozar
  • aceite para engrasar el molde

 

Preparación

 

Ponemos en un cazo a calentar la mitad del patxarán, un sobre de gelatina y la mitad del azúcar. Vamos removiendo para que no se formen grumos. En cuanto rompa a hervir retiramos del fuego y añadimos el resto del patxarán. Dejamos templar un poco.
Engrasamos con un poco de aceite el molde que vayamos a usar. Vertemos la mezcla.
Metemos a la nevera un mínimo de 3 horas para que solidifique bien (se puede meter al congelador para acelerar el proceso). Justo cuando las vayamos a servir, las rebozamos con un poco de azúcar.
 
Para preparar las de mojito, procedemos exactamente igual: calentamos la mitad del mojito, el otro sobre de gelatina y el resto del azúcar. Cuando rompa a hervir retiramos y añadimos el mojito restante. Engrasamos el molde y rellenamos.


Trucos / Consejos / Variaciones
  • Rebozar las gominolas con el azúcar justo en el momento de consumirlas. Si las dejamos con el azúcar, empiezan a "sudar" y el azúcar se deshace y empieza a salir liquidillo. Así que justo para consumir. O las podéis dejar tal cual, sin rebozarlas con azúcar.
  • Podemos usar moldes con formas, como los que venden para hacer bombones o para hacer hielos con formas. También podemos usar un molde rectangular (véase un tupper) y luego cortar las gominolas con cortapastas de las formas que queramos.
  • Esta misma receta la podéis hacer con cualquier otro líquido. Simplemente es sustituir los 250 ml. por la bebida o líquido que queráis. Ideales para hacerlas con zumos de frutas para engañar a los niños a que coman fruta natural.
  • Si la hacéis con láminas de gelatina en vez de con sobres, tendréis que usar 6 láminas por cada 250 ml. de preparación.
  • Evidentemente no son aptas para niños!! Probad a darles dos de estas y ya veréis cómo duermen... ;)
 
Ya veis que son súper fáciles de hacer y requieren el mínimo tiempo y gasto. Con fruta natural quedan buenísimas. Y si las hacéis de bebidas alcohólicas dejaréis a todo el mundo alucinado. Me queda probar a hacerlas con Coca-Cola o así, a ver si quedan igual de buenas.
 
Espero que os hayan gustado!
 
Muás
Image and video hosting by TinyPic

jueves, 12 de septiembre de 2013

Bizcocho vegano de manzana y canela


Con menos grasa que un bizcocho normal y apto para alérgicos al huevo y a la lactosa. Y con un toque de sabor otoñal...

Porque ya no nos podemos engañar. Yo seguía confiando en que aquí normalmente en septiembre hace mejor tiempo que en junio-julio. Pero este año no. Los días ya son grises y las temperaturas no pasan de 20ºC, además que por las mañanas hace 7ºC!!!! Brrrr!
 
Y la manzana y la canela combinados son dos sabores que recuerdan un poco al otoño y a esas tardes frías y lluviosas en casa acompañadas de un café (sí, de un relaxing cup of café con leche) con un buen bizcocho.
 
 
No sé si os he contado alguna vez que tengo un problema cuando voy al supermercado. Se llama el Síndrome de la Mano Autómata.

No, no os preocupéis, no es grave.


Es simplemente que una de mis manos de repente cobra vida propia y mete a la cesta cosas que no sé ni para qué las quiero ni si las voy a usar. Por ejemplo, voy paseando por un pasillo del súper, me entretengo mirando productos que no son los que suelo comprar y sin mayor explicación, alguno aparece en la cesta.
 
Eso fue lo que me pasó con una especie de compotas o purés de manzana. Los vi, eran baratos y pensé: uy, qué rico el puré de manzana! Y, zas!, resulta que me los compré. Y ahí estaban en un armario.

 
También me pasó lo mismo con un brick de leche de avena. Siempre que paso por la sección de productos ecológicos y así me quedo mirando las cosas que hay. Y con las leches siempre estoy un rato mirándolas, pensando que qué guay las leches vegetales, pero que a mí la de soja no me gusta ná de ná, que una vez probé una de arroz que estaba muy buena, la de avena no sé qué tal es,... Así que podéis haceros una idea de qué fue lo que acabó en mi cesta.
 
Un poco de miedo sí que tengo, porque presiento que lo siguiente con lo que me va a pasar eso va a ser con la crema de cacahuete. Siempre que paso por al lado la miro, pero me niego a comprarla. Porque sé lo que va a pasar. Porque me encantan los cacahuetes. Porque me encantan las cremas mega gochas hiper-calóricas. Pero el día que la compre cada vez está más cerca... :(

Ups!! Se me rompió al pasarlo al stand!
Bueno, que toda esta chapa monumental que os he metido era para contaros cómo se me ocurrió la idea de este bizcocho. Hace ya un tiempo que veo en varios sitios que una manera de sustituir el huevo en preparaciones de repostería es usando puré de manzana o de plátano. Así que pensé que era una buena excusa para usar la compota (o lo que fuera) que compré y hacer un bizcocho apto para alérgicos al huevo.
 
Y ya que me ponía a hacer un bizcocho así, ¿por qué no uno que fuera vegano? Ni huevos ni ningún otro tipo de derivado animal. Excusa ideal para usar mi leche de avena... Ya sólo me falta buscar uno para celíacos y ya sería la leche! ;)
 
 
Después de buscar varias recetas por la red, no vi ninguna que me terminara de convencer. Casi todas usaban yogur! Así que no me valía. O sino usaban muchas especias y cosas raras que no sé yo... Por eso decidí improvisar. Y que fuera lo que Dios quiera.
 
Cada vez que improviso me da miedo, porque puede salir bien, o puede salir una kaka de la vaca que se vaya directa a la basura (como me pasó con mi primer, y hasta ahora último, intento de macarons). Pero oye, parece que no ha salido ni tan mal!
 
 

BIZCOCHO VEGANO DE MANZANA Y CANELA

 
Inspiración: me, myself and I (o si sois como Ana Botella: yo, yo misma y yo)
Dificultad: es como un bizcocho normal, así que las que tengas ahí.
Tiempo de preparación: 15 minutos
Cocción: 25-30 minutos
 

Ingredientes

 
  • 180 ml. de aceite de girasol (o de oliva suave)
  • 200 g. de azúcar moreno
  • 200 ml. de leche de avena (o cualquier otra vegetal que os guste: soja, arroz,...)
  • 350 g. de harina integral (podéis usar  normal)
  • 200 g. de puré de manzana (se puede hacer casero)
  • 1 sobre de levadura
  • canela (al gusto)
 

Preparación

 
Precalentamos el horno a 180ºC.
 
Tamizamos la harina junto con la levadura. El salvado que se nos quede en el tamiz, lo volvemos a añadir a la harina ya tamizado (que sino pierde toda la gracia la harina integral!).
 
En un bol batimos el aceite, el azúcar y el puré de manzana. Cuando más o menos se integre (la mezcla puede tener una pinta un poco rara), añadimos la mitad de la harina y batimos hasta integrar. A continuación añadimos la leche y por último el resto de la harina y la canela al gusto. Batimos hasta que quede homogéneo.
 
Engrasamos el molde que vayamos a usar. Vertemos la mezcla y horneamos unos 25-30 minutos. hasta que al pinchar el bizcocho con un palillo este salga limpio.
 
Dejamos enfriar un poco en el molde y a continuación desmoldamos en una rejilla para que termine de enfriarse.
 
 
 Trucos / Consejos / Variaciones
  • el puré de manzana puede sustituirse por esa misma cantidad de puré de plátano. O una mezcla de ambos. Evidentemente, esto le dará un toque de sabor diferente.
  • podéis añadirle otro tipo de especias, como jengibre o nuez moscada.
  • se puede usar utilizando leche normal o un yogur.
  • al no tener apenas grasa, sólo la que le da el aceite, no queda un bizcocho tan esponjoso como otros. Los huevos ayudan a dar esponjosidad y textura, al no llevarlos, queda un poco más apelmazado. Pero no es un bizcocho para nada pesado de comer, de hecho, se nota que tiene  menos grasa.
  • si no os gusta que sea tan "sano" todo, a la hora de presentar el bizcocho podéis rociarlo con sirope de chocolate o glasearlo como queráis.

 
¿Qué os ha parecido? Es una manera diferente de acompañar el café, más sana. No en cuanto al número de calorías, pero sí en cuanto a la cantidad y calidad de la grasa. Además es apto para los veganos, para los alérgicos al huevo y para los intolerantes a la lactosa o alérgicos a la proteína de la leche. ¡¡Es perfecto!!
 
Espero que os animéis a probarlo y me contéis, a ver si así entre tod@s vamos perfeccionando la receta ;)
 
Muás


Image and video hosting by TinyPic

lunes, 9 de septiembre de 2013

Galletas decoradas "low cost" con stencils

Porque se pueden hacer galletas preciosas sin necesidad de materiales raros, ni caros ni complicarnos la vida. ¿No dicen que menos es más?


Todo el mundo teme la "cuesta de enero". Pero, seamos sinceros, hay otra cuesta que no se queda atrás. La de septiembre.
 
En agosto nos dejamos llevar por la euforia del momento, las fiestas populares de ciudades y pueblos, el calorcito, las vacaciones,... Y nos pensamos que nuestra tarjeta de crédito no tiene fin, que somos como Paris Hilton (pero con cerebro) y que qué más da, que me quiten lo bailao!
 
 
Y claro, llegan primeros de septiembre, los extractos de la tarjeta y la vuelta al cole. Yo, por suerte, no tengo hijos, así que eso que me ahorro.  Pero he tenido 4 bodas este verano y dos meses el coche en el taller, lo que equivale a un funeral (para mi cuenta corriente). Además dos meses enteros sin trabajar y sin ingresos implica que ahora mismo me encuentro en un proceso de deceleración del crecimiento de mi PIB personal en diferido.


Pero mi adicción a los dulces no entiende de deceleraciones, es más, con la vuelta al curro a aumentado desproporcionadamente. Así que aprovecho cualquier excusa para encender el horno y hacer galletas. Me encantan.
 
El otro día las iba a meter así sin más y pensé: ¿y si les hago algo para que no sean tan sosinas? Recordé unos cortadores de galletas que me compré en la tienda "Casa" (todo "low-cost", ya veis) que venían con tres stencils. Todo por el módico precio de 1,29€.
 
Y sin pensarlo  me dejé llevar y salieron estas galletas.
 
Sencillas a más no poder. Decoradas, pero sin "chuminadas". Sin fondant, sin glasa. No cuestan nada de trabajo, ni añadimos azúcar extra. Tardamos menos de un minuto, manchando lo mínimo. Y como para tener en casa para sacar a las visitas y quedar bien son lo más.
 
En este post os di otra idea para decorar galletas con cosas que tenemos por casa. Que por cierto me acabo de dar cuenta: vaya truño de fotos! En fin... Que el que no tiene galletas "bonitas" es porque no quiere!
 
La receta es la que siempre uso para las galletas de mantequilla, la podéis ver aquí. Y de paso en ese post tenéis también otra idea súper sencilla para hacer galletas llamativas pero simples.
 
Ideales para tomarse una relaxing cup of café con leche in the salón of my casa. Como diría aquella. ;)
 

 

GALLETAS DECORADAS CON STENCILS

Necesitamos:
  • nuestra masa de galletas estirada
  • cortadores de galletas
  • stencils (de los dibujos que queráis)
  • cacao en polvo
  • colador

Preparación
 
Cortamos las galletas con los cortadores que queramos y metemos en la nevera. Esto es porque yo siempre meto las galletas cortadas a la nevera mientras se precalienta el horno, a fin de meterlas en el horno lo más frías posibles para que guarden bien la forma.
 
Precalentamos el horno a 170ºC (o según vuestra receta de galletas).
 
Sacamos las galletas de la nevera. Colocamos el stencil elegido encima y con ayuda de un colador, espolvoreamos el cacao encima de la galleta.
 
 
 
 
 
Con mucho cuidado, retiramos el stencil. Hay que tener cuidado para no desfigurar el dibujo y para no pringar todo de cacao!
Procedemos así con todas las galletas que queramos.
 
 
 
 
 
Horneamos igual que  hacemos normalmente. En mi caso, 15 minutos, justo hasta que empiezan a tostarse un poco los bordes. Sacamos del horno y dejamos enfriar 5 minutos en la propia bandeja para después transferirlas a una rejilla.
 
 
Fácil, sencillo y para toda la familia. Ayyyy, si todo fuera tan fácil en esta vida! ;) Espero que os animéis a hacerlas y me enseñéis los resultados. Si no tenéis stencils no me vale de excusa, porque los podéis hacer caseros o podéis usar los tapetes de ganchillo que tengáis por casa. ¡Imaginación al poder!
 
Muás
Image and video hosting by TinyPic