* Para no perderos ninguna entrada nueva, la nueva dirección del blog es Ni Blanco Ni en Botella

sábado, 30 de marzo de 2013

Pastel de chocholate vegano / light (sin huevos, sin lácteos, sin aceite y sin mantequilla)

Y como siga poniendo "sin" nos quedamos sin pastel!!jejejeje. "Sin" tantas cosas, está claro entonces que no os engaño con lo de que es "light", ¿no?


Esta receta que os traigo hoy bien podría ser considerada como la receta perfecta:
  • apta para veganos
  • apta para alérgicos a los lácteos
  • apta para alérgicos al huevo
  • puede adaptarse para celíacos
  • lleva chocolate
  • es light!!!!!
 
¿Acaso se os ocurre algo más para que sea perfecta? Hombre, ya puestos podría adelgazar o ser anti-edad... pero creo que nos tendremos que conformar con que no engorde (mucho). Además, lleva poquísimos ingredientes que cualquiera tenemos por casa y se prepara muy rápido, así que sólo puedo elogiar este pastel.



Y me diréis: "pero, si no lleva nada de eso...¿ya está bueno?" A lo que yo os contesto que sí, que está buenísimo.

Entonces me diréis: "¿cómo va a coger textura o volumen si no lleva ningún tipo de grasa que es lo que le suele dar cuerpo a los bizcochos?" A lo que os digo que de física no controlo mucho y que esa misma pregunta me hago yo!jajaja. De hecho cuando vi la receta pensé: "esto no puede salir bien". Pero mi espíritu curioso me llevo a comprobar si eso era cierto ;)
 
 
 De verdad me alegro de publicar por fin una receta apta para los alérgicos a los lácteos y al huevo. Hace más o menos un año que me detectaron a mí una alergia alimentaria un poco rara (soy alérgica a un azúcar que está presente en la carne y embutido de mamífero...) y desde entonces que pensé que me tenía que "solidarizar" un poco con las alergias alimentarias.

Porque la mía además al ser nueva y muy rara, no es nada conocida y los productos no están bien etiquetados para que yo sepa si puedo comerlo o no. Aunque cada vez más la gente y las marcas de alimentación se van concienciando con las alergias alimentarias y adaptan sus productos, aún queda un largo camino por recorrer.



Y me doy cuenta que desde mi blog tengo un poco "marginadas" a todas esas personas que son celíacas o intolerantes a la lactosa y al huevo, ya que la mayoría de mis recetas llevan ingredientes no adecuados a ellas. Así que prometo que me voy a poner más las pilas con este tema y publicar más recetas para alérgicos o, por lo menos, adaptar las que publique.

 
Dicho esto, vamos con la receta:
 

PASTEL DE CHOCOLATE LIGHT / VEGANO

Inspiración: la podéis ver en versión original aquí
Dificultad: ninguna o menos
Tiempo: 5 minutos + 35-40 de horneado
 
Ingredientes
  • 175 g. de harina
  • 100 g. de cacao en polvo sin azúcar
  • 150 g. de azúcar
  • 1 cucharadita de levadura
  • 250-300 ml. de agua tibia
  • azúcar glas para decorar
Preparación
 
Precalentamos el horno a 180ºC.
Tamizamos la harina junto con el cacao y la levadura.
Colocamos en un bol todos los ingredientes menos el agua. Revolvemos bien para que se repartan de forma homogénea.
Vamos añadiendo poco a poco el agua tibia, batiendo con una varilla manual. La cantidad exacta de agua dependerá de la consistencia. Tenéis que conseguir una masa homogénea que no sea demasiado espesa, pero tampoco demasiado líquida... (qué poco científico todo...jeje).
Vertemos la masa en un molde previamente engrasado o encamisado para que no se pegue.
Horneamos a 180ºC durante unos 35-40 minutos, hasta que al pinchar con un palillo salga limpio.
Lo sacamos y dejamos enfriar completamente antes de desmoldarlo.
Antes de servirlo, espolvoreamos un poco de azúcar glas por encima.
 
 
VARIACIONES: para darle un poco más de "gracia" si queréis, podéis añadirle a la masa nueces troceadas. También valdría cualquier otro fruto seco. Otra muy buena idea sería incluir en la masa chips de chocolate blanco, o negro, o ambos...
Para que sea apto para celíacos, habría que sustituir la harina por 100 g. de harina de arroz y 75 g. de harina de coco. En este caso no puedo deciros qué tal resultado da porque no lo he probado.

 
No esperéis obtener el bizcocho  más esponjoso del  mundo, ya que al no llevar nada de grasa en los ingredientes no crece mucho ni se llena de "burbujas". Es más parecido a un brownie que a un bizcocho, pero no se hace nada pesado y está muy bueno de sabor, con un sabor a chocolate intenso.

 
 
Espero que lo probéis y si es así por favor quiero ver fotos y opiniones!
 
Muás

miércoles, 27 de marzo de 2013

Últimos experimentos y encargos

Me he dado cuenta de que  hace mucho tiempo que no os enseño por aquí por el blog las cositas que voy haciendo. Me limito a poner recetas y experimentos reposteros, pero los encargos o los experimentos "decorativos" que hago no. Como los voy publicando en el Facebook, pues ahí se quedan. Pero creo que está bien que los comparta por aquí también, que el blog es lo primero que empecé y también tengo que compartirlo aquí.
Así que la entrada de hoy es más visual que otra cosa. Después de la chapa a leer que os  metí en el último post sobre los distintos rellenos y coberturas es de agradecer, ¿no? ;)

Galletas de "Teo"
Estas galletas de Teo fueron para el primer cumple de Oihan. Me hizo mucha ilusión hacerlas, ya que de pequeña era súper fan de Teo, tenía todos sus libros y los leí una y otra vez.
Me alegra ver que los niños de hoy en día siguen pudiendo disfrutar de estos cuentos.



Como veis, en el primer cumple de Oihan también hubo tarta, pero esta fue de Pocoyo. Al final quedó muy bien, eso que me "peleé"  mucho modelando el muñeco, ya que en lugar de Pocoyo me salió su primo lejano de Cuenca, un poco pasado de peso, además. Jejejeje. Menos mal que el niño lo reconoció!



Estas otras galletitas, que está mal que yo lo diga pero  me parecen preciosísimas, fueron para un bautizo. Tenía que hacer 40 y por no hacerlas todas iguales hice mitad y mitad. Eso sí, las del pelo cada una lo llevaba "peinado" de una manera diferente.

Para el mismo día que las galletas, tenía que hacer una tarta para 80 personas para el 50 aniversario de un colegio de aquí de Vitoria. Curiosamente, era para el colegio en el que trabaja mi madre...¡pero ella no sabía nada! Fue una sorpresa que quisieron darles a todos y la verdad que tuvo mucho éxito!! :D



 

 ¡Ay! Con la "tartofobia" que ya sabéis que padezco... y encima de dos pisos!! Después de muchos sudores y alguna que otra sorpresa desagradable (la mañana que tenía que entregarla el piso de arriba se había suicidado!!) al final salió bien. Con los miedos y "fobias" está claro que lo mejor es una terapia de choque: o lo haces o lo haces!




Y las últimas cositas que os enseño son los últimos experimentos "galletiles"  que he estado haciendo. Me ha dado por probar con las galletas en 3D y debo decir que me encantan! Os enseño las que he ido haciendo y a ver qué os parecen.


 Macetas de flores de galleta ya hice, con tutorial y todo, pero estas son otro modelo un poquito diferente.


 Otro de los experimentos en 3D han sido las tazas de café hechas con galleta y chocolate:






 

 Qué m e decís, ¿dan el pego? Hombre, son muy pero que muy mejorables, este ha sido el primer intento y ya voy viendo por dónde  mejorar... Seguiré probando!

Y el último de los experimentos han sido estas galletas 3D con forma de magia!!


Un conejo de fondant saliendo de una chistera hecha con galletas.

Espero que os hayan gustado!! En la próxima entrada vuelvo a mi experimentos pero en forma de receta ;) Además creo que os va a encantar, sólo unas pistas: chocolate y light!

Muás

domingo, 24 de marzo de 2013

Rellenos y coberturas para tartas y cupcakes: el post definitivo!!

¿Estáis sentadas/os? Imagino que sí, que nadie mira el ordenador de pie... Pues permaneced así porque esta entrada promete ser laaaaaaaaaaaaaaaaarga. Más larga que un día sin pan, como diría mi abuela (qué viva la sabiduría popular de las abuelas!!).  
Cuando hice el último sorteo por el cumpleblog, pregunté a la gente qué recetas o qué entradas les gustaría ver en el blog en este segundo año. Entre las muchísimas y variadas respuestas que recibí (algunas de gente que creo que nunca se ha pasado por el blog porque me pedían cosas que ya hay... ¬ ¬) hubo mucha gente que me dijo que le gustaría saber distintos tipos de rellenos para tartas, huyendo un poco del ya clásico buttercream.

Bueno, pues me he liado la manta a la cabeza (nunca he entendido esta expresión ¿?) y me he decidido a escribir LA ENTRADA. O la enciclopedia de los rellenos y coberturas, vamos. Aunque ya he publicado unas cuantas en el blog y hay cientos o miles pululando por la red publicadas por otros cientos o miles de blogs, esta entrada es un poco la manera de recopilarlas todas para tenerlas un poquito  más a mano.
                                                                Layer cake de frutos del bosque
Ni mucho menos pretendo dar a entender que estos son los únicos tipos de cobertura ni los mejores. Son las distintas cremas que he ido probando, con su forma de prepararlas, su uso y lo que a mí me parecen. Pero desde luego que hay más tipos de rellenos y coberturas. Incluso estas mismas que os voy a poner aquí, hay distintas  maneras de prepararlas. La que yo os cuento no es ni la única ni la mejor. Son simplemente las proporciones que utilizo yo y como a mí más me gustan. No soy ninguna experta, apenas llevo un año con el blog y no he estudiado repostería ni nada por estilo, así que que quede claro por favor que todo lo que os voy a contar es fruto de mi humilde experiencia. Y las valoraciones que veáis son única y exclusivamente basadas en mis gustos personales.
Bueno, y después de este momento discurso, vamos a lo que nos interesa, jeje.
 
 

BUTTERCREAM

Cuando alguien empieza en el mundo de la repostería creativa, cupcakes y demás, es la crema que más se ve. De hecho, es la crema por antonomasia. Pero, por suerte (para mí), no es la única. Básicamente la buttercream, como su nombre indica, es una crema de mantequilla que se hace con mantequilla (evidentemente) y azúcar glas. Muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuucho azúcar glas. La razón de tanto azúcar es darle una buena consistencia a la crema y, sobre todo, camuflar el sabor de la mantequilla. Se le suele añadir alguna esencia o sabor, fruta triturada o en pasta, galletas trituradas, chocolate, Nutella,.... un montón de posibles combinaciones.
 
 
Ingredientes
  • 250 g. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 350 g. de azúcar glas (preferible "icing sugar", que es un azúcar glas extra fino)
  • 2 cucharaditas de leche
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  •  galletas, nutella, chocolate, ....
Preparación

Tamizamos el azúcar glas o el "icing sugar" en un bol. Añadimos la mantequilla cortada en trozos, la vainilla y la leche. Batimos primero a velocidad baja y luego subimos la velocidad. Hay que conseguir una crema de color casi blanco, con una textura muy cremosa. Si queremos teñirla o añadirle otros sabores, los incorporamos justo al final.


Utilidad: la buttercream sirve prácticamente para todo. Al tener una textura cremosa pero a la vez bastante consistente, sirve para rellenar tartas, cubrirlas, decorar cupcakes, hacer decoraciones utilizando boquillas especiales,...
Pros: muy versátil y admite una gran variedad de sabores. No necesita conservarse refrigerada.
Contras: su sabor. Para que no sepa mucho a mantequilla, es necesario añadirle una ingente cantidad de azúcar. Pero entonces, para mi gusto, sabe tan dulce y tanto a azúcar que no me convence. Si queremos echarle menos azúcar, entonces nos encontramos con que sabe mucho a mantequilla y es difícil camuflar ese sabor.
Como casi todas las cremas, no soporta bien las temperaturas altas.
Valoración: a pesar de su versatilidad, no me termina de convencer. Tantísimo azúcar y esa sensación de estar comiéndome un trozo de mantequilla así a las bravas me tira bastante para atrás. Eso sí, hay gente a la que le encanta!
 
 

SWISS MERINGUE BUTTERCREAM / BUTTERCREAM DE MERENGUE SUIZO

También la veréis como SMBC para abreviar en muchos sitios. Por desgracia, no puedo hablar de esta crema por mi propia experiencia, ya que aún no me he atrevido a prepararla. Es algo que tengo en mi lista de "pendientes" desde hace un montón, de hecho está entre las recetas prioritarias pero...¡siempre encuentro otra cosa para hacer antes! Así que lo que os voy a comentar aquí es fruto de lo que he ido leyendo y recopilando por la red. Prometo hacerla cuanto antes y actualizar esta entrada (la quería haber hecho este fin de semana...pero anímicamente no es una buena semana así que lo dejo para otro día, lo siento).

Como en todos los casos, hay un montón de versiones y van cambiando las proporciones de los ingredientes. Pero para simplificar y ayudar a recordar la receta, me quedo con una que es la regla del 1-2-3...
 
Ingredientes
  • 100 g. de claras de huevo (mejor si son pasteurizadas)
  • 200 g. de azúcar
  • 300 g. de mantequilla a temperatura ambiente
Preparación

Ponemos las claras junto con el azúcar en un cuenco o en un cazo. Lo calentaremos al baño maría hasta que el azúcar se disuelva. Cuidado de que el agua de abajo no hierva para que no nos cuajen las claras. Para que no se nos queme, hay que estar removiendo todo el tiempo.
Cuando se haya disuelto el azúcar, pasamos las claras a otro bol o al recipiente de la batidora y empezamos a montarlas. Lo mejor es pasarlas a un bol que esté frío, ya que así montarán mejor. Si se hace con unas varillas normales tardará un poco en montar.
Cuando haga picos blandos el merengue, añadiremos la mantequilla cortada en trozos. ¡¡¡¡El merengue tiene que estar frío para que no se derrita la mantequilla!!!! Batimos bien para que se vaya integrando la mantequilla. Puede parecer que se ha cortado la crema y que hay que tirarla a la basura, pero no desesperéis y seguir batiendo, porque al de 10 minutos la textura cambiará y obtendréis una crema suave y delicada.
Al igual que con la buttercream, se le pueden añadir sabores y colorantes, siempre al final.
 
Utilidad: se podría decir que es casi tan versátil como la buttercream clásica.

Pros: no tiene ese sabor a mantequilla que tiene la buttercream y es mucho más ligera en su textura, más suave y delicada

Contras: prepararla lleva su trabajo y su tiempo.

Valoración: en cuanto la haga prometido que actualizo esta entrada con fotos y opiniones propias!!
 

CHEESE CREAM O CREMA DE QUESO (versión mantequilla)

 Esta es la crema que más suelo utilizar. Como ya sabéis, cualquier cosa que lleve queso me encanta, en cualquiera de sus versiones. Incluso a la gente a la que no le gusta el queso esta crema le gustará, ya que no tiene un sabor a queso marcado y es muy suave.



Os doy las proporciones que utilizo yo, pero se puede hacer de muchas maneras. De hecho, casi todas las que he visto por ahí utilizan más mantequilla que queso. Y todas llevan mucha más cantidad de azúcar, pero a mí no me gusta que las coberturas sepan a azúcar, me gusta que sepan a lo que son.
 
 
Ingredientes
  • 250 g. de queso crema (tipo Philadelphia)
  • 125 g. de mantequilla a temperatura ambiente
  •  150 g. de azúcar glas
  • pueden añadirse esencias, aromas, sabores, colorantes, etc. al gusto. También galletas trituradas.

Preparación

En un bol ponemos la mantequilla troceada junto con el azúcar glas. Batimos con las varillas hasta que el azúcar se integre y la mezcla blanquee. Le añadimos entonces el queso, que debe estar frío, y batimos a velocidad alta hasta que se forme una crema homogénea. Si queremos añadirle otros sabores o colorantes, ahora sería el momento. Si queremos añadir galletas trituradas, las añadiríamos ahora y removeríamos la crema con una espátula.


Utilidad: igual de versátil que las dos anteriores, sirve para rellenos, coberturas y cupcakes.

Pros: no sabe a mantequilla y tiene un sabor más "fino", más suave.

Contras: al llevar queso, hay que guardarla refrigerada.

Valoración: para mí es una de las mejores cremas, ya que permite una gran variedad de sabores y es mejor aceptada entre la gente que la buttercream. Sirve tanto para decorar cupcakes como para rellenar y cubrir tartas, incluso tartas que se van a forrar con fondant (siempre teniendo cuidado al refirgerar).
 

CHEESE CREAM O CREMA DE QUESO (versión nata)

 Esta es una variante aún más suave que la anterior. En este caso se sustituye la mantequilla por nata para montar. Esto hace que se obtenga un crema mucho más ligera tanto en sabor como en textura. Al igual que en el caso anterior, yo uso  mucha menos cantidad de azúcar que la que se suele usar, eso depende un poco del gusto de cada uno.
 
 
Ingredientes
  • 200 ml. de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa)
  • 250 g. de queso crema (tipo Philadelphia)
  • 50 g. de azúcar 
Preparación

En un recipiente ponemos la nata junto con el azúcar. Tiene que estar fría para que monte bien. Con unas varillas, vamos batiendo hasta semi-montar la nata, es decir, que empiece a adquirir textura de nata montada pero no del todo. En este punto, añadimos el queso crema frío. Seguimos batiendo hasta terminar de montar.
Antes de usarla es mejor dejarla un rato en la nevera para que endurezca un poco.


                                                                      Tarta de Guiness

Utilidad: para rellenar tartas o cubrir unos cupcakes. También sirve para glasear tartas, siempre y cuando no queramos que quede una cobertura lisa y perfecta. NO sirve para cubrir una tarta que luego vamos a forrar con fondant!! Y lo digo por experiencia, porque lo probé y fue un desastre total, hasta el punto que la tarta empezó a chorrear por abajo  y el fondant acabó deshaciéndose.

Pros: tiene un sabor muy, muy suave, delicioso. Combina perfectamente con el bizcocho de zanahoria y con el de cerveza Guiness.

Contras: al llevar nata y queso hay que guardarla sí o sí refrigerada. No sirve para decorar cupcakes con distintas mangas pasteleras ni para cubrir una tarta que queremos quede lisa o queramos cubrir con fondant, ya que no es una crema que quede firme, sino más bien un poco "escurridiza" (lo que os he comentado en "utilidad").

Valoración: buenísima cuando queramos hacer una tarta o unos cupcakes sencillos o queramos una versión un poco más ligera. En cuanto a sabor es la que más éxito suele tener.
 

CREMA DE QUESO MASCARPONE

Esta crema ha sido una de las últimas que he conocido y probado, pero creo que se va a convertir en una de mis cremas estrella. Tiene un sabor muy suave, nada empalagoso y una textura cremosa muy delicada. Además, como el queso mascarpone no tiene un sabor muy fuerte, admite añadirle cualquier otro sabor que queramos.

                            Layer cake de limón y crema de mascarpone con galletas spéculoos
                                
Ingredientes
  •  1 tarrina (250 g.) de queso mascarpone
  • 3 cucharadas de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa)
  • sabor al gusto: vainilla, fruta en pasta, ...


Preparación

Primero quitamos el suero del queso (ese liquidito que tiene la tarrina), ya que sino dificultará que monte bien.
Ponemos en un bol el queso junto con la nata y con ayuda de unas varillas eléctricas montamos (a mano también se puede pero cansa más!!). Al principio puede parecer que eso no va a montar ni a la de tres y que se va a quedar un aguachirri inmundo, pero paciencia! De repente veréis cómo monta y coge una textura consistente.
Si queremos añadirle algún sabor, se lo añadimos ahora al final batiendo un poco más.
Antes de usarla, guardarla un rato en la nevera para que coja más consistencia.

* Como veis yo no le pongo azúcar, pero le podríais añadir la cantidad que queráis en función de vuestros gustos.


Utilidad: perfecta tanto para rellenar tartas y cubrirlas como para decorar cupcakes. Aunque no lo he probado, imagino que pasará como con la crema de queso con nata: que no sirva para cubrir tartas que posteriormente vayamos a forrar con fondant.
 
Pros: una textura muy suave y un sabor nada empalagoso. Permite añadirle cualquier sabor, ya que el queso mascarpone apenas se nota. Más "light" que cualquiera de las otras cremas, sobre todo si, como yo, no le ponéis azúcar.

Contras: al llevar nata y queso, es necesario conservarla en la nevera. No apta para tartas fondant.

Valoración: probablemente (y a título personal) la mejor de todas las cremas. Es muy versátil pero no es ni empalagosa ni pesada. Adecuada también para la gente que no es muy golosa, ya que al no ponerle azúcar tiene un sabor muy suave.


                                                                 Cupcakes de toffee

 

GANACHE DE CHOCOLATE

El ganache de chocolate es una crema muy utilizada en repostería. Puede hacerse con chocolate negro, con leche o chocolate blanco. Muy fácil de preparar y de un sabor delicioso, ideal para los amantes del chocolate o para combinar con sabores afrutados.

Ingredientes
  •  200 ml. de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa)
  • 200 g. de chocolate (mejor si es especial para postres)


Preparación

En un bol troceamos o rallamos el chocolate.
En un cazo ponemos a calentar la nata y en cuanto rompa a hervir la retiramos. Vertemos la nata sobre el chocolate troceado y vamos removiendo para que se deshaga el chocolate. Hay que remover hasta que el chocolate esté totalmente derretido y no queden grumos. En caso de que nos quede alguno, pasamos la mezcla por un colador y listo.
Dejamos enfriar hasta que adquiera una textura similar a la de la Nutella.
Podemos hacer dos cosas:
1.- Si queremos cubrir la tarta para dejarla lisa, ya sea para presentarla así o porque luego la queremos forrar con fondant, lo mejor es aplicar el ganache con esta textura similar a la Nutella, que esté untuoso. De esta manera es más fácil alisarlo y que nos quede firme,

2.- Si lo que queremos es rellenar la tarta o decorar unos cupcakes, lo mejor es dejar enfriar el ganache en la nevera y cuando esté bien frío sacarlo y batirlo un poco con unas varillas. Veréis que así adquiere una textura más similar a una mousse y se vuelve más esponjoso y suave.


Utilidad: sirve tanto para rellenar como para cubrir tartas. También puede utilizarse para decorar cupcakes.

Pros: muy fácil y rápido de preparar. No se precisan ni ingredientes ni utensilios especiales para prepararlo. A los amantes del chocolate les encantará y para los que no son muy chocolateros también les gustará como relleno de una tarta combinado con mermelada de fresa o de naranja, por ejemplo.

Contras: con el de chocolate blanco a veces la gente suele tener problemas para que coja la textura adecuada, yo no puedo opinar porque siempre he hecho el de chocolate negro.

Valoración: ideal para tartas, ya que permite cubrirlas dejando una superficie lisa y perfecta. Al ser sencilla de preparar, es una crema muy útil para no andar liándonos con demasiado trastos y ahorrar tiempo. En tartas para niños (y no tan niños) es un acierto seguro.

 

BUTTERCREAM-QUE-NO-SABE-A-BUTTERCREAM

Aún no he conseguido "bautizar" a esta crema con algún nombre concreto...todo se andará! Su nombre lo dice todo. Esta crema es similar a la buttercream pero con una diferencia muy grande: no sabe a mantequilla. El mayor "pero" que la gente le pone a la buttercream es esa sensación de estar comiendo un troncho de mantequilla a secas. En este caso, aunque la cantidad de mantequilla que se usa es la misma, no sabe a mantequilla. No es ni una buttercream "light" ni nada, tiene la misma cantidad de mantequilla y grasa que una buttercream normal, que quede claro.



Para saber cómo se prepara, mejor que leáis este post de aquí donde explico bien cómo se hace, ya que lleva su proceso y su explicación es larga y mejor que la veáis con fotos y todo.

Utilidad: su utilidad es la misma que la de la buttercream normal. Para hacer decoraciones con mangas pasteleras puede ser un poco más complicado, ya que la textura que adquiere a veces parece como una mousse y resulta más difícil.

Pros: el principal: no sabe a mantequilla. Es más, tiene como un sabor a helado de vainilla buenísimo. Admite también mucha variedad de sabores (yo probé a hacerla de ron con coca-cola y queda de maravilla)

Contras: hacerla es bastante más laborioso que hacer cualquiera de las otras cremas, ya que hay que hacer primero la bechamel.

Valoración: a pesar de que lleva más tiempo prepararla, el resultado final merece la pena. Es una crema de sabor más agradable que la buttercream y con una textura muy suave. La gente que la ha preparado me ha dicho que les ha encantado y que es una maravilla.


Esto es todo amigos!!!!! (como diría el cerdito Porky) Espero que os haya servido de ayuda, especialmente a las que estáis empezando y no sabéis qué tipos de crema preparar o si servirán para lo que tenéis en mente. A las que ya controláis espero que os sirva también para tener una visión más global de las diferentes opciones que hay y sus usos. Más que nada para no quedarnos sólo con la opción del buttercream como panacea de las cremas.
Si os ha gustado u os ha parecido útil, estaría encantada de que lo compartáis y difundáis para que le pueda llegar a más gente. ¡¡¡¡Muchas gracias!!!!
Muás

miércoles, 20 de marzo de 2013

Galletas de chocolate para decorar

Aunque pueda parecer increíble, aún no había hecho galletas de chocolate!

 
Llevo ya más de un año metida en esto de los blogs y decorando galletas, entre otras cosas, y aún no había probado a hacer galletas de chocolate.
¿Por qué?
Pues por comodidad y vagancia, las cosas como son. Como las de mantequilla con sabor a vainilla me funcionan bien y a todo el mundo le gustan, pues no me había parado a probar a hacerlas de chocolate.


 
Y ahora yo digo: es que soy tonta!!
¿Por qué no las probaría antes? Madre mía!! Se hacen igual de fácil que las otras pero saben a chocolate! (evidentemente, si no no serían galletas de chocolate...). Quedan de textura y de consistencia igual que las de vainilla, sólo que con sabor a chocolate y de un color marrón intenso precioso. Al tener la misma consistencia sirven para decorar con fondant y con glasa perfectamente, ya que aguantan tanto la humedad como el peso de la decoración.

 
Así que si sois "chocoadictos" o tenéis que decorar galletas para niños o para mayores golosos, esta receta os va a venir de perlas.
 

GALLETAS DE CHOCOLATE

Inspiración: ninguna en concreto. Hace tiempo que vi muchas recetas de galletas de chocolate y me quedé con la idea de que había que sustituir parte de la harina por chocolate, así que lo he hecho un poco a mi rollo.
Dificultad: no "amasar" demasiado la masa para que no se deforme en el horno.
Tiempo: 15 minutos + reposo + 15 minutos de horno
Cantidad: en función del tamaño de las galletas, alrededor de 20.
 
Ingredientes
  • 200 g. de mantequilla (a temperatura ambiente)
  • 100 g. de azúcar glas
  • 1 huevo
  • 300 g. de harina
  • 60 g. de cacao en polvo sin azúcar
  • 1 cucharada de extracto de vainilla
Preparación
 
Ponemos en un bol la mantequilla en trozos y el azúcar glas. Batimos hasta que se forme una crema blanquecina. Añadimos el huevo ligeramente batido y el extracto o esencia de vainilla. Batimos un poco para que se integre. Puede parecer que se ha cortado, pero no pasa nada, se arregla al añadir la harina.
Tamizamos la harina y el cacao y vamos añadiéndolos a la masa poco a poco. Lo mejor es seguir mezclando con una espátula o incluso a mano para no añadir demasiado aire a la masa.
Tenemos que conseguir una bola de masa homogénea, que no se pegue a las manos.
Dividimos la masa en dos y colocamos uno de los dos trozos entre dos papeles de horno. La estiramos con un rodillo y colocamos esta plancha de masa en una bandeja de horno. Hacemos lo mismo con el otro trozo de masa y colocamos la plancha encima de la otra, siempre separadas por papel de horno.
Metemos a la nevera durante mínimo una hora para que repose la masa y se endurezca. Esto ayudará a que en el horno no pierda la forma y será más fácil de cortar.

 
Pasado el tiempo, precalentamos el horno a 170ºC.
Sacamos las planchas de masa de la nevera y vamos cortando las galletas con los cortadores deseados, intentando optimizar al máximo la masa (vamos, que intentemos sacar el mayor número de galletas de cada plancha). La masa restante la volvemos a estirar y a cortar, así hasta acabar con toda.
Horneamos a 170ºC durante unos 15 minutos.
Como la masa es oscura, no podemos fijarnos en si se están tostando los  bordes, con lo que sabremos que están hechas cuando la superficie de la masa deje de brillar.
Dejamos enfriar 5 minutos en la propia bandeja y a continuación las pasamos a una rejilla.

 
Ya sólo queda decorarlas como queramos o comérnoslas tal cual porque están buenísimas!

 
Como veis hoy ha sido receta y entrada "relámpago" porque esta semana no me da la vida para más!! Entre el curro y que tengo dos encargos de los gordos ando como las locas! Ya os enseñaré qué tal queda todo: 40 galletas para un bautizo y una tarta para 80 personas para un aniversario!! Estoy "acojoná", no os digo más.
 
Deseadme suerte!
Muás

domingo, 17 de marzo de 2013

Layer cake de limón y crema de mascarpone de spéculoos

Sí, sí, lo sé. Últimamente ando con las galletas spéculoos que no cago (perdón por la expresión!!). Pero es que están taaaaaaaaaaan buenas...y se me ocurren taaaaaaaantas recetas pecaminosas con ellas...
¡Prometo que de momento es la última!
El otro día fue el cumpleaños de mi novio y venían sus padres a comer a casa. Cómo no, le tenía que hacer una tarta o algo.
Como sólo éramos 4 hice una tarta pequeñita. Pero me encontraba con un dilema: a su madre le pirra el dulce (menos mal que coincido con la suegra en eso! ;p) pero a su padre no tanto (a no ser que le haga galletas que entonces se vuelve loco). A nosotros dos el dulce nos pierde de mala manera, así que nos daba igual.

Decidí hacer un bizcocho sencillo de yogur y darle un sabor a limón que le gusta a (casi) todo el mundo. Mi duda vino un poco a la hora de elegir el relleno. Tenía que ser un sabor que pegara con el limón, pero que no fuera excesivamente dulce. Y ya si tenía un toque a galleta sería lo más.

¡Bingo!

La crema de mascarpone que hice en los últimos cupcakes (tenéis la receta aquí) es muy suave de sabor y nada dulzona (a no ser que le añadas azúcar al prepararla). Y aún tenía por ahí un poco de crema de spéculoos que hice la semana pasada (aquí). Así que sólo tenía que combinar esas dos.


Resultado: es-pec-ta-cu-lar!!!!! Quedó una crema muy suave, con un ligero sabor a galleta pero nada empalagoso. Realmente os animo a que probéis, sobre todo si lo vais a hacer para gente que no es muy de dulce. Con esta crema le dais sabor a la tarta y esa humedad de la crema, pero sin esa sensación de estar comiendo mantequillorra a saco y calorías a tutiplén (que esta crema también las tiene, no nos vamos a engañar, pero menos).



Tanto mi suegra como mi suegro, que dijeron lo típico de "No, no, un cachito pequeño nada más para probarla", arramplaron con un trozo enorme sin rechistar. ¡Con eso os lo digo todo! Y eso que les había cebado a comer previamente...

¿Que no me creeis? Pues ya estáis tardando en probarla!!

LAYER CAKE DE LIMÓN Y CREMA DE MASCARPONE DE SPÉCULOOS

Para el bizcocho de la tarta hice el típico bizcocho de yogur de toda la vida de dios. Si queréis la receta es la que hice para esta tarta. En esta caso usé un yogur natural y para darle sabor a limón utilicé un sobre que me regaló mi amigo invisible , que son unos polvos de limón de Dr. Oetker pero traídos de Alemania (aquí no sé si hay). Si no tenéis esto, podéis utilizar un yogur de limón y ralladura de limón para darle un sabor  más intenso. Podéis apañaros también con aromas o pastas de sabores.

Esta vez, como quería una tarta pequeña, lo horneé en un molde de 10 cm. de diámetro pero que es bastante profundo. Tardó en hacerse un poco más de una hora. 
Para la crema de mascarpone:
  • 250 g. de queso mascarpone (una tarrina)
  • 3 cucharadas de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa)
  • 2 cucharadas de crema de spéculoos
Si no os apetece andar haciendo la crema en casa, en algunos sitios venden la crema ya hecha!! Aquí la encontré en  El Corte Inglés en una feria de estas que hacen de sabores del mundo. Pero supongo que en ciudades más grandes será más fácil de encontrar.



En un bol batimos la nata junto con el queso mascarpone con una batidora de varillas (o una KA si tenéis esa suerte de tenerla, o a mano si consideráis que necesitáis echar brazo). Cuando la crema coja consistencia, le añadimos la crema de spéculoos y batimos un poco más.
Antes ds usarla es  mejor dejarla reposar en la nevera para que coja un poquito más de consistencia.

Para esta tarta tuve que usar el doble de cantidad de crema, aunque me sobró un poco (lo cual no fue ningún problema porque me la comí a cucharadas).


Para montar la tarta

Una vez que tenemos el bizcocho frío y la crema preparada, procedemos al montaje.

Como yo preparé el bizcocho en un solo molde alto, lo primero que tuve que hacer fue cortar el bizcocho en tres partes (intentado que fueran de la misma altura las 3). Si horneáis en moldes bajos y en tres veces, os saltáis este paso.

Empezamos colocando el primer bizcocho y encima una capa de crema del grosor que queráis, en función de lo golosos que seais. Ponemos el siguiente bizcocho encima, una capa finita de crema y encima un poco de crema de spéculoos a secas (en la foto del corte se ve bien). Finalmente, cerramos con el tercer bizcocho. Aplicamos una primera capa muy fina de crema por los lados y por la cara superior, cubriendo la tarta. Esta capa tiene que ser fina porque su misión es "sujetar" las migas.


Aquí tenéis una foto casera del corte. ¡¡Le puse una señora capa de crema encima!!

Dejamos enfriar en la nevera una media hora. Ahora ya la cubrimos con el resto de crema (ayudándonos de una base giratoria mejor). La podéis dejar perfectamente lisa con la espátula o darle algún efecto más "decorativo". Yo primero la alisé bien y luego fui pasando la espátula de abajo arriba para formar esas rayas.
Para alisar bien la crema, despúes de haber cubierto bien toda la tarta lo que hay que hacer es meter la espátula en un vaso con agua caliente, secarla con un trapo y pasarla por la superficie de la crema. De esta forma veréis cómo se alisa perfectamente (aunque depende un poco también de la maña del "alisador"...jejeje).



En el caso de esta receta no os voy a poner variaciones como suelo hacer con las demás, ya que en este caso las variaciones son infinitas (o casi). Depende de la imaginación de cada cual y de los sabores que se quieran usar. La decoración con la crema también se puede hacer de muchísimas maneras.


La idea de los globos la saqué de Pinterest y me pareció un modo muy original de decorar una tarta sin comerse mucho el tarro y sin necesidad de complicarse la existencia. La verdad que le da un colorido y una alegría muy apropiados para una tarta de cumpleaños!

Espero que os haya gustado y os animo a probar la crema de mascarpone porque no os va a defraudar en absoluto!!
Muás